miércoles, 23 de febrero de 2011

Santi Santamaría marca mi carrera

Mesa del Restaurante Santceloni

Hace hoy una semana que chef catalán, Santi Santamaría, nos dijo adiós. Se encontraba en Singapur en la presentación de su nuevo restaurante cuando un infarto le sobrevino. La noticia llegó a España en pocos minutos. Eran las cuatro de la tarde, regresábamos de comer, cuando a mitad del pasillo mi compañera nos asaltó con la triste noticia. No me lo podía creer pero por su cara estaba claro que no se trataba de una broma.

Unas semanas antes había visitado Santceloni, junto a mis compañeros de Periodismo Gastronómico y Nutricional, restaurante que Santi tiene en Madrid. Era la primera vez que pisaba las alfombras de un restaurante con estrellas Michelin. Todos quedamos maravillados ante tanta perfección, armonía y, por qué no, lujo. Una cocina impresionante, una sala en la que todo está colocado estratégicamente y una bodega repleta de exquisitos caldos. Al salir algunos comentamos: tenemos que empezar a ahorrar para poder disfrutar de una gran cena en Santceloni.

La noche del 15 de Febrero vi el movimiento del servicio de Santceloni pero esta vez, desde el otro lado, a través de la ventana que hay entre la zona de la cocina de restaurante y el Hotel Hesperia de Madrid. Minutos después cenaba, junto a mi compañera que nos comunicó la muerte de Santamaría, en Hikari Sushi Bar.

No sabía demasiado de Santamaría, su polémica con Ferrán Adrià, las estrellas Michelin que han recibido sus restaurantes y poco más. Ahora me aproximaba a su universo cuando me golpeó la noticia. Segundos después de conocerla lo primero fue publicar un comentario en Facebook y Twitter: Fallece el reconocido chef español Santi Santamaría. En medio del bloqueo emocional me enfrentaba al siguiente reto: escribir una noticia. Las webs relacionadas con el cocinero comenzaron a saturarse y la entrada se hizo imposible… Ya tenía prácticamente la noticia lista cuando, para sorpresa de todos, se fue la luz.

Cuando recuperamos la luz yo ya me había tenido que ir y fue mi jefa la publicó lo que deje escrito. Durante el trayecto en coche escuché todos los boletines informativos que pude pero la información era  la misma y no había nada nuevo. Tras dos horas ajena a todo lo que estaba sucediendo cogí de nuevo el coche y puse la radio. Al llegar a casa encendí el ordenador, consulté la noticia publicada y leí todos los comentarios generados en nuestra página de Facebook y Twitter. Me sentía realmente culpable por no haber podido terminar mi trabajo y habérselo dejado a mi jefa. A pesar de todo podría decir: prueba superada pero no exenta de secuelas.

De todo se aprende pero tengo la maldita manía de quedarme con los peores momentos. Nunca olvidaré la muerte de cocinero catalán cuando haga balance de mi carrera profesional ni cuando recapacite sobre mi vida. A lo largo de mi corta carrera profesional trabajando para un medio de comunicación gastronómico diría que la perdida de Santi Santamaría ha sido el momento más emotivo que he vivido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario