sábado, 12 de marzo de 2011

La cocina en su tinta



Ferrán Adrià, Isabel Moyano y Carmen Simón Palmer han elaborado la exposición La Cocina en su tinta que se puede degustar entre 22 de diciembre de 2010 y el 13 de marzo de 2011 en la Biblioteca Nacional de España. Un día antes de su clausura Carmen Simón Palmer, profesora de Investigación del Instituto de la Lengua del CSIC, nos adentra en su cocina para desgranarnos cada uno de los ingredientes que componen la minuta.

Comenzamos, como no podía ser de otra manera, con El aperitivo; nos adentramos en los primeros manuscritos de recetarios culinarios Llibre de Sent Sovi  y el Vergel de Señores. Otra de las obras es Arte cisoria, del año 1766, escrito por el Marqués de Villena donde se dan las claves para trinchar distintos alimentos. Además de documentos escritos encontramos dibujos, grabados y cuadros relacionados con la gastronomía. Nos llama la atención un grabado que ejemplifica la almadraba, técnica de captura de atunes que pusieron en marcha los fenicios y que en nuestros días se continúa practicando.

El descubrir las Américas trajo a nuestro país nuevos ingredientes que encontramos en la sala de El Primer Plato. El chocolate se introdujo con rapidez como bebida en la cocina de los más pudientes y trajo consigo polémica. El librillo publicado por el fraile León Pinelo titulado Cuestión moral si el chocolate quebranta el ayuno eclesiástico documenta y reflexiona sobre el reciente problema. Otros alimentos tardaron algo más en comenzarse a utilizar debido a la desconfianza que generaba su uso. En el momento que entran los tomates, los pimientos o el maíz en la cocina española los platos se cargan de color. Las crónicas de los aventureros testifican el descubrimiento de muchos alimentos.  

El menú gastronómico-cultural continúa con El Segundo Plato centrado en la Edad Moderna. La diferencia de clases viene marcada por la alimentación; los villanos consumen verduras y frutas y los nobles y reyes carnes, pescados, salsas, bebidas frescas. La cocina de palacio está fuertemente ligada a la medicina y a los países de origen de reinas y reyes extranjeros, siempre se traían consigo al médico, al cocinero y al confesor.  Despiertan nuestro interés libros sobre etiqueta, que especifican el comportamiento en la mesa de palacio y cómo debe actuar un aspirante a cortesano. Y el considerado primer recetario impreso en España Llibre de Coch,  escrito por Rupert Nora en 1520.

En La cocina en su tinta encontramos documentos de palacio como menús que nos dan una idea de lo que comían nuestros reyes en el Siglo XIX. Recetarios escritos por Emilia Pardo Bazán o librillos publicados por La sección Femenina. Si estamos a dieta, podemos comer con los ojos en el montaje de imágenes de cine y gastronomía siguiendo la pista de los productos desde que se compran en el mercado hasta que se sirven. La salsa del segundo plato es una muestra de cocinas antiguas, neveras de madera, utensilios como sartenes, cazos e incluso uno de los primeros tostadores de pan. Finalmente, encontramos carteles publicitaros de La lechera o Cola-Cao y etiquetas de productos como leche El Niño o Anís del Mono.

El postre lo sirve Ferrán Adrià con una selección de libros de los más reputados cocineros españoles del momento: Dani García, Martín Berasategui, Carme Ruscalleda o Andoni Luis Aduriz, entre otros. Podemos observar también utensilios propios de la cocina de vanguardia como sifones, dispensadores de humo o un rotaval (utensilio que permite obtener el aroma de un alimento en forma de líquido). No faltan las chaquetillas de cocinero y tampoco un vídeo que explica el placer que supone hoy en día el arte de comer.

lunes, 7 de marzo de 2011

Cocido de carnaval

En días de carnaval es típico preparar en Galicia un cocido con careta. Se trata de un guiso hermano de cocidos más conocidos como el madrileño, maragato, lebaniego o andaluz. La legumbre protagonista es el garbanzo que se rodea de diversas carnes -obtenidas en la reciente matanza del cerdo- y verduras de temporada como el repollo y la berza. ¿Por qué se llama cocido de carnaval? La receta lo deja claro: uno de los ingredientes es una careta de cerdo. 

Ingredientes

250 g de garbanzos
2 patatas medianas
1 manojo de berza
¼ repollo
¼ de gallina
250 g de lacón salado
½ careta de cerdo
½ rabillo de cerdo
250 g de morcillo de ternera
100 g de panceta
1 chorizo
Sal
2 ajos
½ cucharadita de comino molido
Aceite de oliva

Elaboración

Lo primero que hacemos es poner el lacón en agua fría para que se desale al menos durante 24 horas. También debemos dejar en remojo toda la noche, con agua fría y un poco de sal, los garbanzos. Quemar los restos de plumas de la gallina y pelos del cerdo con ayuda de un soplete o un mechero de alcohol.

Colocar en una olla grande todas las carnes, cubrir con agua fría y calentar hasta que comience a humear.

Mientras, escurrimos los garbanzos y los introducimos en dos redecillas para que no se nos pierdan por la cazuela. Colocar en un recipiente y cubrir con agua templada.

Cuando la cazuela comienza a humear agregamos los garbanzos escurridos y tapamos. Dejamos que rompa a hervir y espumamos. Los garbanzos deben quedar cubiertos de agua durante toda la cocción. Si fuese necesario añadir agua, ésta debe estar caliente. Dejar hervir durante 2 horas tapado a fuego bajo (en la vitrocerámica 2-3).

Preparamos la berza y el repollo. Lavamos y atamos las hojas de berza con ayuda de un hilo para evitar que se entremezclen luego con la carne. Limpiamos el repollo y cortamos en trozos medianos. Por otro lado, pelamos las patatas y reservamos en agua para que no se oxiden.

Pasadas dos horas subimos el fuego, destapamos y añadimos las patatas. Cuando el guiso recupera la temperatura bajamos el fuego y mantenemos así durante una hora y media más. A los 15 minutos de añadir las patatas metemos en la cazuela los ramilletes de berza. Tapamos y dejamos cocer.

En otra cazuela ponemos a cocer el repollo con agua fría durante 20 minutos o hasta que esté tierno. Escurrimos. Pelamos los ajos, cortamos en láminas y freímos en una sartén con un poco de aceite. Cuando estén dorados añadimos el repollo y rehogamos. Salamos y añadimos el comino molido. Remover.

En el momento que el cocido esté listo probamos el punto de sal y si es necesario lo rectificamos. Servimos las carnes, garbanzos y repollo por un lado y las berzas troceadas con el caldo por otro. 

Este cocido lo he preparado inspirándome en la receta del programa Divinos pucheros de las hermanas Sor Liliana y Sor Beatriz.